academia de futbol www.escueladefutbolargentino.com

academia de futbol www.escueladefutbolargentino.com
Enrique Amarante Director de la Escuela de Fútbol Argentino www.elpotrero.com.ar

mayo 02, 2007

LOS PREMIOS JORGE NEWBERY

MURCIELAGOS DE ORO

Por Guillermo Tagliaferri



La Selección Argentina de Fútbol de Ciegos, los Murciélagos, ganaron el Premio Jorge Newbery de Oro, otorgado por la Subsecretaría de Deportes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Fueron los grandes ganadores en una noche llena de importantes figuras del deporte argentino, en el Luna Park. Los Murciélagos, bicampeones mundiales, habían recibido el Jorge Newbery de Plata y merecidamente, a pesar de competir con deportistas de altísimo nivel, se quedaron con el premio mayor en el cierre del acto.

Además de los Jorge Newbery de Plata a cada especialidad, se otorgaron Jorge Newbery de Bronce para homenajear trayectorias de deportistas de máximo nivel, como Romina Plataroti, César Luis Menotti, Luciana Aymar, Carlos Alberto "Chocolate" Raffaelli, Jorge "Locomotora" Castro, Juan Martín "Látigo" Coggi, Marcelo Domínguez, Sergio Víctor Palma, Nicolás Leoz, Hipódromo Argentino de Palermo, Romina Plataroti, Eduardo Romero, Vicente Fernández, José Sanfilippo, Luís Artime y Enzo Francescoli. También fue premiado el Suplemento Deportivo del diario Clarín.

Los ganadores de los Jorge Newbery de Plata, por su actuación en la temporada 2006-07, fueron: Matías Rossi (Automovilismo), Norberto Fontana (Automovilismo Turismo Carretera), Diego Klosinfki (Kung fu), Patricio Guglialmelli (Deportes sobre Silla de Ruedas), Solange Witteveen (Atletismo), Lucas Picarelli (Básquet masculino), Verónica Soberón (Básquet femenino), Lionel Hernández (Beisbol), Fabián Oliveto (Billar), Natalia Alejandra Limardo (Bochas), Alejandra Oliveras (Box), Florencia Paganelli (Cestobol), Mariano Salmón (Ciclismo), Tamara Cordovani (Deportes de Sordos), Lucas Montenegro (Deportes para personas con Discapacidad Mental), Los Murciélagos (Deportes para Ciegos), :Alejandra Carbone (Esgrima), Javier Julio (Esquí Náutico y Wakeboard), Rodrigo Palacio (Fútbol), Andrea Ojeda (Fútbol femenino), Santiago Elías (Futsal), Milagros Carrasco Pini (Gimnasia), Sonia Meyer (Balonmano), Vera Protzen (Equitación), Rodrigo Nicolás Vila (Hockey sobre Césped), Alejandro Elisii (Judo), Leandro Monzón (Karate), Igor Maliguine (Lucha), José Meolans (Natación), Valeria Zoya (Padel), Agustín San Juan (Patín), Sergio Ricardo Alberti (Pato), Gabriel Villegas (Pelota a Paleta), Adolfo Cambiaso (Polo), Ariel Suárez (Remo), Juan Fernández Miranda (Rugby), Luciano Cristóbal (Skate), Leandro Speroni (Softbol), Antonella María Falcione (Squash), Luciana Denise Isoldi (Taekwon-do), José Acasuso (Tenis), Diego Temperley (Tenis de Mesa), Iván Matías Arroqui (Tiro), Gabriel Alejandro Martí (Tiro con Arco), Jorge Ricardo (Turf), Sancho Castro-Francisco Cosentino (Yachting), Verónica Azcona Parcio (Voley), Fernanda Lauro (Canotaje), Pamela Battaglia (Triatlón), Andrea Fabiana Medrano (Tenis Adaptado), Rodrigo López (Deportes para personas con Parálisis Cerebral), Ema Albano (Tenis con Paleta), Mario Staniscia (Tejo), Gustavo García (Motonáutica), Susana Martínez (Bowling) y José María Barros (Pesas).

abril 30, 2007

.Riquelme y el elogio de la lentitud


por SERGIO LEVINSKY

En el gran libro de Johan Cruyff, "Mis futbolistas y yo", el ex gran delantero holandés afirma que el fútbol "es un deporte de vagos" y explica la definición en que si bien es un deporte colectivo que fue modernizándose y cambiando como todos los aspectos de la vida, sigue manteniéndose la idea de que la velocidad óptima para jugarlo es "al trote, no corriendo" y pone como supino ejemplo al brasileño Pelé. "O Rei" fue un atleta, en el sentido de que utilizaba todo su cuerpo para jugar. Saltaba bien, cabeceaba bien, remataba bien de media y larga distancia, definía a la perfección...pero corría muy poco. Y es lógico, porque en un deporte de dominio depelota con los pies, cuanto más velocidad, menos tiempo para pensar. El freno, el ritmo, el cambio de velocidad y de frente, la cabeza levantada y el manejo de los tiempos, son fundamentales porque de lo contrario, como dijo alguien alguna vez, "que me traigan entonces a once Ben Johnson y salgo campeón seguro". Pero el fútbol no es atletismo. No es correr. Porque si no, todo sería muy fácil. Lo que hay que administrar es una pelota.
Cierta vez, hace pocos meses, y en unó de sus enésimos regresos para salvar a Rosario Central cuando ya pretendía jubilarse, el "Viejo" Angel Tulio Zof, que no viste jeans a la moda, ni dice que es amigo de Serrat ni que lo fue de Troilo ni de la negra Sosa, es decir, no es un "progre" que tenga prensa amiga para ofrecerse en el mercado, fue consultado sobre qué les pudo haber dicho a los chicos de veinte a los que dirigió y cambió de mentalidad para sacarlos a flote luego de una severa crisis, y cuando ya ni siquiera podía gritarles desde el banco, dejando ese lugar para su ayudante Cuffaro Russo. "Es simple. Les dije que al fútbol se juega con una pelotita, que no se olvidaran de la pelotita".
Y Juan Román Riquelme, criticado por su lentitud, que a veces para muchos se transforma en apatía, en frialdad o en desgano cuando para otros como nosotros es indiferencia ante tanto pizarrón y maltrato, o desmotivación ante tanto atleta dando vuelta, no se olvida nunca de que esto tan hermoso que es el fútbol, se juega con una pelotita. Que sin ella, no se va a ninguna parte aunque se corra todo el día.
Recuerdo aquellos partidos de Copa Libertadores de Newells, cuando desde la TV nos decían con admiración "lo que corrió Domizzi..." en fin, no sé cuánta gente se acordará hoy de lo que corría Domizzi, pero basta con preguntarle a algún hincha de Boca, o del Villarreal en España, o de la selección argentina, por alguna jugada de Riquelme, por ejemplo, aquel soberbio caño que le metió a Mario Yepes en la Bombonera, o cualquier pase gol a cualquiera de sus compañeros, y no habrá que buscarle más pelos a la leche.
Riquelme, sin embargo, juega lento. O no corre tanto, sino que prefiere saber ubicarse en la cancha y ser punzante con sus pases, con los milimétricos pases que dejan a sus delanteros (hoy en Boca) solos frente al arquero. Anoche fueron siete goles ante el Bolívar por la Copa Libertadores, que no fueron trece o catorce por la gran actuación del arquero paraguayo Sayas (puntuado en algunos diarios con 4 puntos....una muestra de lo que ve este periodismo de la globalización que pone puntajes de acuerdo a los resultados y a los goles que le hacen a un arquero y no por su desempeño total). Y Riquelme tuvo demasiado que ver con esta goleada, aunque, como decimos, para muchos Ledesma (un esforzado jugador, que desde ya que complementa a los habilidosos) tuvo el mismo puntaje que quien por sí solo hace jugar a todos.
Tiempos que corren y valoración que se hace hoy: da lo mismo (o es aún mejor visto) quien corre que quien juega. Es el fútbol-trabajo que se va imponiendo al fútbol-juego. Y Riquelme sigue resistiendo, sin festejar a lo loco los goles de penal, metiendo pases gol, deleitándonos con sus toques de "vago". Riquelme sigue jugando en tiempos de duro trabajo y de fútbol-atleta. Riquelme sigue resistiendo.